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Día del Cáncer de Piel: la prevención y el control siguen siendo claves

Cada año, el Día del Cáncer de Piel nos invita a reflexionar sobre la importancia del cuidado solar y la detección precoz. A menudo se cree, de manera errónea, que si ya se ha tomado sol en exceso durante la juventud, “ya está todo hecho”. Sin embargo, “nunca es tarde para empezar a protegerse del sol. Los efectos de la radiación ultravioleta son acumulativos e irreversibles, y continuar con una exposición sin protección solo incrementa el riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer cutáneo”, explicó el Dr Marcelo Biagini, especialista en enfermedades oncológicas de la piel.

El cáncer de piel abarca múltiples variantes. Algunas, como ciertos linfomas T (anteriormente conocidos como micosis fungoide), pueden presentar formas más difusas. Otras se manifiestan de manera localizada, siendo las más frecuentes los carcinomas basocelulares (de bajo grado de malignidad), los carcinomas espinocelulares (de malignidad intermedia) y los melanomas, que son los más agresivos.

“La buena noticia es que en muchos casos, cuando se detecta a tiempo, el cáncer de piel puede ser curado. Por eso, tanto el autoexamen periódico como la consulta temprana al dermatólogo son herramientas fundamentales para cambiar el pronóstico de esta enfermedad”, agregó.

Para tener en cuenta

¿A qué signos hay que prestar atención? A los lunares que cambian de forma, tamaño o color, y también a úlceras o pequeñas lesiones que aparecen sin causa aparente y no cicatrizan, especialmente en áreas muy expuestas al sol, como rostro, orejas, cuello, brazos o escote.

Es importante recordar que la radiación recibida durante la infancia y adolescencia, en especial antes de los 20 años, es la más dañina. Sin embargo, el riesgo no desaparece con el paso del tiempo, y los efectos pueden manifestarse décadas después. Por eso, aunque una persona haya pasado años bajo el sol, comenzar a cuidarse ahora sigue siendo esencial para prevenir lesiones futuras.

Entre las principales medidas preventivas, se recomienda:

  • Evitar el sol entre las 10 y las 16 horas, cuando la radiación es más intensa.
  • Usar protectores solares de amplio espectro, con factor 50 o superior, renovándolos cada dos horas.
  • Optar por ropa adecuada, como camisetas con filtro UV, y sombreros de ala ancha (como los tipo gaucho, panameño o capelinas), ya que las gorras comunes no cubren adecuadamente orejas ni nariz, zonas frecuentes de aparición de carcinomas.

“La mejor defensa sigue siendo la prevención, la observación y la consulta temprana. Cuidarse del sol no es algo del pasado, sino una decisión diaria que puede salvar vidas”, concluyo el Dr Biagini.